También conocido como la garra del diablo, es una planta curativa originaria de África, salvaje.
Es capaz de combatir los efectos dolorosos de la artritis, la lumbalgia y muchas enfermedades más, además de la escasez de apetito y su capacidad para depurar el cuerpo.
El “descubrimiento” del harpagofito es relativamente reciente, pero a día de hoy sabemos que se puede tomar de diversas formas.
Formas de ingestión del harpagofito
Su modo de aplicación varía en función de la enfermedad y la finalidad que queramos darle. Por eso es necesaria la información de este artículo si te planteas llevar a cabo un tratamiento con harpagofito.
Entre ellas tenemos las cremas, gotas y las cápsulas (Arkocapsulas). El usar una u otra en el fondo depende de nuestros gustos, pero sin duda la más efectiva es la crema para tratamientos cortos.
Para aplicar la crema, simplemente hay que hacer masajes en la zona afectada sin apretar demasiado para no causar dolor. Hay que tener cuidado con la dosis de harpagofito que se aplica sobre una articulación, ya que la absorción es alta y podría producirse efectos secundarios no deseados.
Si las cremas te parecen demasiado caras, puedes buscar gotas del harpagósido. Pero tienen menos efectividad, según concluyen algunos estudios científicos. Estas gotas se aplican directamente sobre los ojos y podrían paliar algunos síntomas, pero muchos menos que mediante una crema, ya que se pone directamente sobre la parte afectada.
Finalmente tenemos las cápsulas. Su acción es más lenta, pero más potente que las dos anteriores. Esto es debido a que el harpagofito actúa a nivel sistémico. Tiene buena absorción en el intestino.
Aquí te dejo una página web que habla del harpagofito. Espero que pueda ser de tu ayuda.